Las tarjetas revolving te permiten financiar tus compras a plazos, pero con intereses muy elevados.
Esto significa que, incluso realizando pagos mensuales, la deuda puede crecer sin control y prolongarse en el tiempo, haciendo que termines pagando mucho más de lo que solicitaste inicialmente.
La justicia está de tu lado, si has pagado más de lo que recibiste, puedes reclamar y recuperar tu dinero.